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lunes, 15 de marzo de 2010

La Primera Fabula

Una fábula sobre la crítica con fundamento.



EL OSO, LA MONA Y EL CERDO
(Tomás de Iriarte)

Un oso, con que la vida
ganaba un piamontés,
la no muy bien aprendida
danza,
ensayaba en dos pies.

Queriendo hacer de persona,
dijo a una mona: «¿Qué tal?»
Era perita la mona,

y respondiole: «Muy mal.»

Yo creo, replicó el oso,

que me haces poco favor.
¡Pues qué! ¿Mi aire no es garboso?
¿No hago el paso con primor?

Estaba el cerdo presente,

y dijo: «¡Bravo! ¡Bien va!

Bailarín más excelente

no se ha visto ni verá.»

Echó el oso, al oír esto,

sus cuentas allá entre sí,

y con ademán modesto

hubo de exclamar así:
«Cuando me desaprobaba la mona,
llegué a dudar:

mas ya que el cerdo me alaba,

muy mal debo de bailar.»
Guarde para su regalo

esta sentencia un autor:

si el sabio no aprueba, malo;

si el necio aplaude, peor.


Probablemente todos en la vida hacemos alguna vez el papel de cada uno de estos tres animales.

Pero siempre es bueno saberlo cuanto antes cuando uno está haciendo el "oso", esforzarnos por estar callados cuando somos "cerdo", y tomarnos con humor a los cerdos si alguna vez tenemos la suerte de ser "mona"...

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